sábado, mayo 29, 2004

El cansancio de sí mismo es sólo la condena de mirar a través de un único ojo de cerradura.

domingo, mayo 16, 2004

La venda en el rostro de la justicia ya no puede ocultar por más tiempo que sus cuervos le han sacado los ojos.
Hay días en los que la predisposición a burlarme de mí mismo alcanza tal perseverancia y fuerza, y en los que la saña en la presión del dedo pulgar de mi infamia alcanza tal crueldad contra mi figura disminuida, que no puedo ocultar cierta sensación extraña de orgullo ante mi renovado poder.

miércoles, mayo 12, 2004

El tiempo pasa, las cosas se enfrían, y aquello que tanto ardor y empeño supuso, no es más que una comedia insulsa, de la que en su momento no supimos reír.

sábado, mayo 08, 2004

Después de vivir durante cierto tiempo en “constante estado de epigrama contra el prójimo” —según las palabras de Chamfort— la lengua termina agrietada por el fastidio, por el descreimiento; enroscada en sí misma, ya sólo escupe hacia adentro su veneno.

jueves, mayo 06, 2004

La presencia de un hombre alegre suele ser motivo de pesadumbre y murmuración y hastío, como si aguara la fiesta permanente de nuestra grisura.
Se ha perdido la vieja tradición de despedirse de este mundo con unas famosas últimas palabras (Villiers de L’Isle Adam, por ejemplo, dijo: “Bah, me acordaré de este planeta”). Ya sólo importa morir de forma plástica, patética, ruinosa.

miércoles, mayo 05, 2004

El agudo olfato de los prehomínidos se sacrificó a fin de que el cerebro tuviera espacio suficiente dentro de la caja craneana. Ahora el cerebro se sacrifica para dibujar en todo momento una sonrisa de satisfacción.
Todo lo que me aleja de la misantropía —cenas, cafés, cocteles— es un aliado en contra de mí mismo, que a la larga redunda en una misantropía más poderosa.